¿Qué es Cáncer de Intestino Delgado?

El cáncer de intestino delgado es una enfermedad en la que se forman células malignas en los tejidos del intestino delgado, que es la parte del tracto gastrointestinal que conecta el estómago con el intestino grueso. Existen varios tipos de cáncer de intestino delgado, siendo los más comunes el adenocarcinoma, el linfoma, el tumor carcinoide y el sarcoma. Este cáncer es relativamente raro en comparación con otros cánceres gastrointestinales.

Las causas exactas del cáncer de intestino delgado no están completamente entendidas, pero ciertos factores de riesgo pueden aumentar la probabilidad de desarrollarlo. Estos incluyen enfermedades inflamatorias del intestino como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, antecedentes familiares de cáncer gastrointestinal, condiciones hereditarias como el síndrome de Lynch y la poliposis adenomatosa familiar (PAF), así como una dieta alta en grasas y carnes procesadas. El consumo de alcohol y tabaco también puede incrementar el riesgo.

Los síntomas del cáncer de intestino delgado pueden ser vagos y no específicos, lo que puede retrasar el diagnóstico. Entre los síntomas de alerta se incluyen dolor abdominal persistente, pérdida de peso inexplicada, náuseas y vómitos, debilidad y fatiga, sangrado gastrointestinal que puede manifestarse como heces oscuras o con sangre, y obstrucción intestinal, que puede causar hinchazón abdominal y dificultad para pasar gases o heces. Es importante buscar atención médica si se presentan estos síntomas.

El diagnóstico del cáncer de intestino delgado generalmente requiere una combinación de pruebas y procedimientos. Los estudios de imagen como la tomografía computarizada (TC), la resonancia magnética (RM) y la enterografía por TC o RM son fundamentales para visualizar el intestino delgado y detectar cualquier anormalidad. La endoscopia, incluida la cápsula endoscópica y la enteroscopia, puede ser utilizada para examinar directamente el interior del intestino delgado y tomar biopsias de áreas sospechosas. Los análisis de sangre y otras pruebas de laboratorio también pueden ayudar a evaluar la salud general del paciente y detectar marcadores tumorales.

La cirugía es el tratamiento principal para el cáncer de intestino delgado, especialmente cuando el tumor se encuentra en una etapa temprana. La resección quirúrgica implica la extirpación del segmento afectado del intestino delgado junto con los márgenes saludables circundantes y los ganglios linfáticos cercanos. Dependiendo de la ubicación y el tamaño del tumor, se pueden realizar diferentes tipos de resecciones, como la resección segmentaria o la resección más extensa en casos de tumores más grandes. En algunos casos, la cirugía puede combinarse con otros tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia para mejorar los resultados y reducir el riesgo de recurrencia.

Cáncer de Intestino Delgado

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