El cáncer de estómago, también conocido como cáncer gástrico, es una enfermedad en la cual se forman células malignas en el revestimiento del estómago. Puede desarrollarse en cualquier parte del estómago y extenderse a otros órganos, como el esófago, el hígado, y los ganglios linfáticos. Este tipo de cáncer suele desarrollarse lentamente y puede pasar desapercibido en las etapas iniciales debido a la falta de síntomas específicos.
Las causas del cáncer de estómago no están completamente claras, pero se han identificado varios factores de riesgo. Entre los principales se encuentran la infección por la bacteria Helicobacter pylori, la inflamación crónica del estómago (gastritis), antecedentes familiares de cáncer gástrico, fumar, y el consumo de una dieta alta en alimentos salados, ahumados, o procesados. También se ha asociado con deficiencia de vitamina B12 y la anemia perniciosa.
Los síntomas del cáncer de estómago pueden ser vagos y confundirse con otros problemas gastrointestinales. Los signos de alerta incluyen sensación de llenura después de comer pequeñas cantidades, dolor abdominal persistente, náuseas y vómitos, pérdida de peso inexplicada, fatiga, y sangre en las heces. En etapas avanzadas, pueden presentarse dificultad para tragar y pérdida de apetito. Es crucial buscar atención médica si se experimentan estos síntomas para un diagnóstico y tratamiento oportunos.
El diagnóstico del cáncer de estómago generalmente comienza con una evaluación clínica y una revisión de los síntomas. Se utilizan varias pruebas para confirmar el diagnóstico, como la endoscopia, que permite al médico observar el interior del estómago y tomar biopsias de tejido sospechoso. Además, se pueden emplear estudios de imagen como la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) para determinar la extensión del cáncer. Los análisis de sangre también pueden ser útiles para detectar marcadores tumorales.
La cirugía es un tratamiento común para el cáncer de estómago y puede variar según la etapa de la enfermedad. En las primeras etapas, la resección endoscópica de la mucosa puede ser suficiente para eliminar el cáncer. En etapas más avanzadas, se puede realizar una gastrectomía parcial o total, que implica la extirpación de una parte o la totalidad del estómago. Esta cirugía a menudo se combina con la extirpación de los ganglios linfáticos cercanos para prevenir la propagación del cáncer. La cirugía puede ser complementada con quimioterapia y radioterapia para mejorar los resultados y reducir el riesgo de recurrencia.
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