El cáncer de colon es un tipo de cáncer que comienza en el Intestino Delgado (colon), la última parte del sistema digestivo. Este tipo de cáncer a menudo se desarrolla a partir de pólipos adenomatosos, que son crecimientos no cancerosos que pueden aparecer en la mucosa del colon y, con el tiempo, algunos de estos pólipos pueden convertirse en cáncer. Es una de las formas más comunes de cáncer y puede afectar tanto a hombres como a mujeres, especialmente a partir de los 50 años.
El cáncer de colon puede desarrollarse debido a una combinación de factores genéticos y ambientales. Entre los factores de riesgo más comunes se incluyen una dieta baja en fibra y alta en grasas, la obesidad, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, y un estilo de vida sedentario. Además, tener antecedentes familiares de cáncer de colon o enfermedades inflamatorias del intestino, como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn, también aumenta el riesgo.
Los síntomas del cáncer de colon pueden variar dependiendo de la ubicación y el tamaño del tumor. Algunos de los signos de alerta incluyen cambios persistentes en los hábitos intestinales, como diarrea o estreñimiento, sangre en las heces, molestias abdominales constantes, pérdida inexplicada de peso, y sensación de que el intestino no se vacía completamente. Es fundamental consultar a un médico si se experimenta alguno de estos síntomas, ya que un diagnóstico temprano puede mejorar significativamente el pronóstico.
El diagnóstico del cáncer de colon generalmente implica una combinación de pruebas y procedimientos. Las colonoscopias son una herramienta clave, permitiendo al médico examinar el interior del colon y tomar biopsias de áreas sospechosas. Además, se pueden utilizar pruebas de sangre oculta en heces, sigmoidoscopias, y pruebas de imagen como la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) para detectar y evaluar el cáncer de colon.
La cirugía es uno de los tratamientos más comunes y efectivos para el cáncer de colon, especialmente en las etapas tempranas de la enfermedad. El procedimiento puede variar desde la resección de pólipos durante una colonoscopia hasta la colectomía, donde se extirpa una parte o la totalidad del colon afectado por el cáncer. En algunos casos, se puede requerir una colostomía temporal o permanente. La cirugía puede combinarse con otros tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia para mejorar los resultados y reducir el riesgo de recurrencia.
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